hoy os vengo a hablar del agua pero a nivel nutricional. Viendo el agua como un nutriente podemos, sin necesidad de pensar mucho, podemos saber que es esencial para la vida. Se pueden vivir muchos días sin comer, más de los que imaginamos, pero sin agua morimos a los pocos días.
Algo que demuestra nuestra dependencia del agua es que somos un 75% de agua al nacer, 60% de agua los hombres adultos y un 54% la mujer adulta. Esta diferencia se debe a que las mujeres, fisiológicamente, tenemos más grasa.
Es el disolvente universal que interviene en todas las reacciones químicas de nuestro organismo siendo el medio donde se realizan y da forma y estructura a todas las células. Nuestras enzimas necesitan el medio acuoso para poder adquirir su forma activa y para que las moléculas sobre las que actúan sean asequibles, es decir, puedan actuar sobre ellas.
Sirve de medio de transporte de los nutrientes y oxígeno a los tejidos y por el que se eliminan. Es un elemento hidrodinámico.
En nuestro organismo está distribuida de la siguiente forma:
plasmática: plasma sanguíneo.
intersticial: plasma linfa intersticial + linfa del sistema linfático.
intracelular: interior células
accesible: tejidos bien irrigados.
profunca
inaccesible: huesos catílagos, tejido conjuntivo denso.
transcelular: acúmulos en ciertos órganos y tejidos, como la saliva.
El balance hídrico.
El contenido del agua de nuestro cuerpo permanece constante por la regulación homeostático. Normalmente, lo que consumimos, lo eliminamos. Es una proporción que se mantiene constante, reitero, normalmente.
La ingestión: en personas sanas la ingestión la regula la sed, pero con la edad, esas sensación desaparece. Por eso las personas mayores se deshidratan con más facilidad. De todos modos, no debemos esperar a tener sed para beber ya que es el primer signo de la deshidratación.
El agua también se ingiere como tal pero también en otras bebidas y alimentos. La oxidación de los alimentos también produce agua como producto final.
El agua se absorbe con rapidez gracias ala difusión a través de las membranas.
La eliminación del agua es, como todos conocéis,es a través de la orina y por los intestinos en forma de las heces. Es lo que llamamos pérdidas sensibles, porque las podemos medir. Un apunte, la falta de agua provoca estreñimiento, ya sabéis porqué.
Un proporción se elimina con el aire espirado de los pulmones y a través del sudor. Son las llamadas pérdidas insensibles.
Cuando la ingestión del agua es insuficiente o se pierde mucho el riñón lo compensa conservando el agua, gracias a la acción de varias hormonas, produciendo orinas más concentrada. Si se pierde agua en exceso, pueden aparecer alteraciones en el equilibrio electrolítico. Por eso hay que beber agua con minerales como el Aquarius después del ejercicio, o sueros cuando se sufren de diarreas y vómitos. Para no deshidratarnos y para mantener el equilibrio de electrolitos.
Se deben consumir (una persona en condiciones normales) al rededor de 2 litros y medio.
Una cosa que se dice mucho es que el agua engorda... Eso no es verdad, el agua no tienen poder energético, por lo que no engorda. Si te bebes 30 litros, pues hombre, si. Pero lo que sobra se expulsa. Si beber muchísima agua también es malo pero es por lo de perder electrolitos en gran cantidad. Se debe moderar el consumo de bebidas refrescantes.
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